Cristiano sigue con su particular gira y trabaja casi sin descanso para ponerse a punto. El luso se marchó a primera hora de la mañana hasta el Cotton Bowl en Dallas, el escenario del partido de esta tarde frente a la Roma, para continuar con su plan especial. Junto al recuperador Santi Lozano, CR7 se pegó una soberana paliza.
Tras un primer trabajo en el interior de las instalaciones, saltó al césped para realizar series de carrera continua y algunos ejercicios con balón durante más de una hora. Ronaldo ha decidido viajar con el Real Madrid pese a que no va a disputar ningún partido.
Sin embargo, es consciente de la importancia que tiene su presencia para el club y los jugadores pese a que Valdebebas habría sido quizá lo más cómodo para él. Por eso mismo, ha decidido ejercitarse durante la gira aunque a veces resulte más complejo.
Ronaldo trabaja en los hoteles, lo hizo también en las instalaciones de UCLA y en los próximos días tabajará en los recintos donde el Madrid dispute sus partidos. Ayer por la mañana apenas había gente con el mono de trabajo.
Los operarios de mantenimiento, los responsables de medios de comunicación que ya estaban en la puerta de entrada para recibir a los periodistas, responsables de limpieza o de seguridad, y otro currante que no esperaba nadie sobre el césped, Cristiano Ronaldo. Ronaldo ha dejado atrás la tendinitis rotuliana que le obligó a jugar con dolores en el Real Madrid y en el pasado Mundial.
El reposo le ha venido de perlas, pero ahora hay que ir poco a poco cogiendo la forma y viendo cómo responde la rodilla. Las sensaciones son muy positivas, pero no hay prisa. Todos en el Madrid quieren al mejor Ronaldo la próxima temporada. A su salida del estadio, a las 11.35 horas, a Cristiano le esperaban unos 50 seguidores que desde fuera seguían las evoluciones del crack del Real Madrid. En Estados Unidos, CR7 sigue siendo el gran ídolo para los aficionados al soccer.
CONTEÚDO MARCA ESPANHA